miércoles, 9 de enero de 2008

Un puente hacia Terabithia



Anoche, de casualidad, acabé viendo esta película. Me hizo recordar que en un mundo completamente “normal” como el que vivimos, la imaginación puede llevarnos a donde nosotros queramos. Es cierto, que la imaginación es inversamente proporcional a la edad, pero ...me hizo recordar por un ratito, aquellas aventuras que se formaban en mi cabeza, cuando jugaba en una gran casa abandonada, rodeada de cañas larguísimas que ondeaban al viento en su paso.
Por unas rejas de la casa, veíamos el garaje y había un carro de esos de caballos. En el techo, anidaban un montón de pajaritos y esperábamos a que se cayeran del nido para quedárnoslos.
Lo mejor de aquella casa, eran las historias que había entorno a ella, de fantasmas, de muertos, de tribus indias que tocaban tambores por la noche...
Si me concentro, puedo escuchar perfectamente el sonido de los cantos y tambores indios que surgían de la casa a media noche, es curioso, tengo un recuerdo de algo que posiblemente no existió, si no que se creó en mi imaginación.

5 comentarios:

mossèn dijo...

imaginación al poder !!! ... salut

Aka dijo...

Sin imaginación la vida pierde gran parte de su encanto. Hay que conservarla!

marietadelullviu dijo...

La imaginació és bona quan ets un nen. Ets més feliç. A mesura q et vas fent gran, bé estar conservar-la, però s'ha de ser més REALISTA.

Unknown dijo...

Tanto la imaginación como los sentimientos y las emociones jamás debemos dejarlas escapar si no nuestra vida se convierte en blanco y negro.

Anónimo dijo...

aaaa

Un día sin haberte reido, ha sido un día perdido.